Los fantasmas de mi casa

sumergido entre los frutos de tu cuerpo

me ha salido lo león en cada encuentro

es que así me pones, chiquitita

así son mis ganas por ti que no se quitan

todo eso que dije es sólo un vago recuerdo

para mantenerme vivo, pa´ mantenerme fresco

es que sin duda sin tus fluidos yo me seco

como un volcán sin lava, sin un trébol

en la casa hay ruidos, de lo despistado

ya mis fantasmas me han dejado

ya ni intentan asustarme, los ignoro

ya intentaron con feos cuervos y con loros

supieron entonces que estoy dolido

me entienden y me aconsejan

es que ellos aprendieron a

sobrellevar lo cruel que es el olvido

no me asustan, no me jalan los pies

a veces duermo con uno, a veces tres

mis fantasmas no me quieren dejar ya

son mi almohada y mi toalla

me hacen cosquillas, me regalan tesoros añejos

pa´ que me divierta, pa´ que tenga sueños

pa´ que me puedan asustar y arañar

para ser por siempre, un ser complejo

Me vestí

todo todo me rocié de muerte

para que te des más o menos

una idea trastornada de como

comparto el vino con las ánimas

que al igual que ellas, tengo penas

que no callan, ni en el terrible frío

de la mañana panteonera

todito todito me puse una loquera

con la calaca de San Gré, la que saca

a pasear las cabezas decapitadas

chorreandose, salpicandose con la tierra

húmeda y el silvestre zacate a orillas de

la carretera libre. Porque ella me dijo:

¨ponte una buena conmigo y de regresar

con tu amada, olerla y respirarle el hombro

liso, calientito, pos´luego hablamos¨

enterito enterito me vestí de ti

empapado de lagrimillas tibias y saladas

me vestí de ti pa´ acordarme, pa´imitarte y

me besé yo mismo pa´ siquiera imaginar

que estas arrepegadita en mi ser, que estas

conmigo, mi muerta

entendiendo todo esto, vale más

un tequila, un mezcal y hasta un pulque

con la huesuda terca.

Creía yo

Veo tu espalda hermosa desnuda al irte ya

la tarde se hacía noche

enfriaba el mar

Las cadenas aun fuertes de mi corazón aun latiente

hacia el tuyo

creía yo

pero se desvanecían al no verte

y los besos y recuerdos se hicieron muerte

como viento al andar

enfriaba el mar

y a mi dejándome a mi suerte

entonces ¿qué?

pues corro tan deprisa como puedo

hecho trizas, arrojo de cenizas

eras mi respirar, eras mi tierno amor

eras lo que me mantenía vivo

creía yo

Ahora es nada

ahora perra soledad

que muerde donde más duele

mi amor por siempre

creía yo

Ahora no estaré

cuando me busquen

creía yo

creía yo

Algo arrojado del mar

me creía yo

Don monstruo

como se desprende el alma de un ser, dandole dinero y poder

se corrompe con joyas y autos brillosos de nuevos
le entran demonios al corazón, como serpiente pone huevos
da bocinazos de esperanza, sabe que es pura tranza
rompe su humanidad, como las uñas rotas de una bruja
desgarra la piel de un bebé

don sucio, don monstruo
eres una criatura mojada, desnuda
sobre un bloque de hielo
escuchando de fondo, una canción de miedo

Una cajita feliz

Estoy enfadado con este mundo de mierda. Estoy totalmente fúrico, fuera de mí, con rabia escurriendo espuma blanca por mis labios, con los ojos rojos derramando lava en lugar de lágrimas.

¿En qué puto recodo se metió Dios cuando dejó morir pequeños que nunca conocieron la sonrisa? Sus dientes nunca reflejaron el sol, nunca mataron ni en defensa propia, nunca tramaron algo maléfico.

Nunca blasfemaron como lo estoy haciendo yo

Nunca pudieron hacer una manifestación y estorbaron molestando a transeúntes y ciudadanos conformes con el pedacito de mierda que les tocó de la ciudad.

Ellos jamás fumaron algo que no tenían que fumar, ni en lugar donde estaba prohibido.

Ellos jamás conocerán un infarto al corazón por tanto tragar calorías de comida tragada por simple gula.

Ellos jamás tuvieron su cajita feliz. Acaso sintieron los brazos sucios pero cálidos de su madre antes de desvanecerse muriendo por el hambre de sus pequeños dientes. No como las moscas que ya lo estaban esperando, saboreando su futuro y efímero cuerpecillo.

Ni siquiera pudieron romperle el corazón a un amor.

¿Qué estoy escribiendo? ¿Por qué mis penas de amor se esfuman, se transforman en nada? El ver atrás, para un lado, ver otro mundo. No es el que me estuvieron contando página a página todos estos años. Segundo a segundo, sensación por sensación. Vivir, todo se resume en eso, no podemos controlar nuestra existencia, ni siquiera pedí vivir, no lo controlo. Como morir, esas son elecciones...

¿Por qué desvivirse? ¿Alcanzaré una cajita feliz?

Rey Despeinado

Varado entre un mundo triunfalista, lleno de los comos, los porques y las poses, sale un niño de un hoyo, todo chamagoso y sin rumbo fijo, sólo sale del hoyuelo y se limpia sus ropas que son puros trapos pegados con sudor y tierra. Por último se acomoda su jughead. Me pide la hora y se va. Quedo atónito, viendo como se aleja sin ninguna prisa entre calles llenas de basura y charcos de agua maloliente. Entonces entro al bar, pido un tarro espumoso de la cerveza más fría y obscura. La mesera sirve sin decir nada chusco, tonto, infantil o empalagoso. Sólo sirve amable y efectivo. Entra en mi panorama una chica llorando, la mesera la consuela, pues es su conocida, le pregunta quién fue el causante de su desdicha, lo señala, le menciona cosas y le pide que no le reproche nada. Encarada y valiente va la amiga mesera hacia el hombre, éste muy sereno, seguro, sin nada que perder, con anillos, esclava y una virgen de oro en el pecho, espera a la mesera enfurecida. No alcancé a oir lo que le dijo, simplemente se va el hombre entre risas. La chica lloraba cada vez menos con gotitas negras escurriendole abajito de sus ojos. Me voy un poco ebrio del bar de mala muerte, cuando salgo el niño del hoyuelo, chamagoso y con su coronita de tela, me ve directo a los ojos, risueño me dice que las noches con pan son buenas, pero con penas las recuerdas más.

Ejecutados ahora

Señalamientos que nos dirigen hacia la zona de la matanza, donde nos dan permiso, nos es innato dañarnos, amigo, mi mejor amigo, mi peor pecado lo haré ahí, donde los señalamientos

Es que tu no ves lo que nos hacemos, pues es una dimensión que unos entran, otros se van, viviendo bajo la misma niebla, donde al igual que la sangre y la tierra se torna roja, una niebla roja, pero recuerda, no la verás, es que te estoy escribiendo desde el pantano al que me enviaron unos valientes.

¿Cuál es el miedo? ¿Cuál es la dicotomía? ¿Cuál es la preocupación tan latente día a día? Si lo malo se volvió algarabía y un desfile que no acaba pues de él me rio a carcajadas y te lo contagio, que perrón....

Daré un paso atrás, más al fondo diré mejor, me he empatizado con ciertos gusanos que no difieren mucho de los de arriba, más bien somos como uno mismo, ellos darán cátedras de como ser el mejor, denme mejor una veladora, es tan frío y solitario este panteón, que rápido se olvidan de uno ya que esta muerto....

Mejor ni pensar, mejor ser como dios nos manda basado en la tierra que nos tocó pisar. Señala al que calza de un número que no ¨checa¨, que raya la moral que nos inventamos, que todos aceptamos, mejor respirar y ya, amigo, carnal, amigo carnal, vámonos, vámonos pa´ la sierra, vámonos a matar, cuando te toque estar con mi mirar.

Tu eterno niño sin regalos

Tenías razón...

tenías razón, estaba rendido a tus pies

no imaginaba nada sin ti, ya ves

tenías razón, que en todos mis sueños

eras mi única princesa 

y yo el único dueño

tenías razón, en tus mentiras caía

era tu becerro y eras mi pastor

pues eras mi vida

tenías razón, corazón zón zón

sólo era creyente 

de una religión que no era generosa

conmigo ni mis rezos

no sabía que te movías por el más allá 

de los universos y que mil guerras habías ganado con Satanás

no sabía que era tu títere con voz

no sabía que tu piel hasta a Dios cautivó

que era tu eterno niño sin regalos

en eso, cara bonita, en eso fallaste

porque ningún sueño me esfumaste

porque por ti mi vida era una

cuando te susurraba a la luz de la luna 

y te hacía el amor como a ninguna

hiciste anormal el destino

en todo acertaste, mi barco hundido

pero no en que me arrepentiría del beso

que alguna vez robaste

Lluvia de Ceuta

Carezco de ojos que no te rememoran, damisela en mi andar

entre el pasar por la orilla helada del mar

que a veces me acaricia en frescas chispas, si lo permito, confundiéndolas al salar

del llanto suave, de mi memoria dañada, renuente a dejarte marchar

Me tapa la arena mojada, allí donde nos olíamos 

húmedos, corriendo embriagados de boca en boca

Quema la nostalgia cuando me hago nocturno

y en mis ojos apenas el reflejo de las últimas pangas

Flotando en olas verdes, picandome la lluvia 

sintiendo desespero, para que no acabe, para que dure siempre

pero eres como el sube y baja de la marea

lleno de quemadores y me mareas

¿Cómo soltarme de ti?  si estoy amarrado en una bahía pacifica

donde cada noche, en cada recordar, visito sumergido

esa agua somera arrancando el ostión, para luego abrirlo

y esperar el brillar de tu perla, corazón

Empapado al delirio por unas cuantas frías gotas de tu piel

un suave roce, acurrucados sien a sien

eso me haría mucho bien

Es extraño como sólo quiero que estés aquí...

Tu otra sombra

Lana sube, lana baja, que clavaste en mi espalda. Fácil viene, fácil va, una brisa ¿verdad? Ya con esto te la cuento, a mi pena le falta ungüento. Agua que no has de beber, un veneno ha de ser. Árbol que nace torcido, así me dejaste en el olvido. Un halo de traición, por tu rostro sin equivocación. Tú le diste en el clavo, me hiciste pronto un vil esclavo. Muy mala suerte la mía, quiero pensar… una pesadilla. Falso entonces el sueño y las mordidas, no me encuentro, niña perdida. Nunca me lo pensé, mi error nunca entender. Vaya alas de fineza, no me creo mi torpeza. Vi venir el momento, mis neuronas caminan lento. Otra noche de rebeldía, no me dejas ni de día. Veme como me levanto y a ti no te hace espanto. Que risa mi situación, quiero sacarte de mi mente y habitación. Calma, calma, pide mi razón, al diablo esta sensación. Tómalo a la ligera dices, con ojos casi grises. Te tomo la palabra, ya tu voz me descalabra. Mido ya las consecuencias, no quiero el miedo de tu ausencia. Un camino he tomado, el bonito y no espinado. Borro pronto tu hermosura, ya digo hasta locuras. He perdido la cordura, debe existir un remedio, una cura. Ya agarré la espada, no más cuentos de hadas. Ya no quiero más tus sobras, mejor ser, tu otra sombra.

Los de tripas corazón

No aguantan la sangre y venas. Perdemos y llenos de llagas nuestros pechos, nos respiramos. A nuestro ardor no le interesa las intenciones, el desaliento gotea limón a corazón desnudo, con llagas. Nuestros  antojos tratarán de encontrarse, desde lo más lejos, desde lo más profundo. El delgado himen hemos roto y juntos hemos de pegarlo. Sin piedad le damos con machetes y con martillos al pedazo que bombea, que escupe sangre. Cosas que no deben pasar nunca, ni roces imposibles, lejanos, tremendos. Caras fijas, miradas de fuego, con sabor a prohibido, a la catarata de salivas y caliente sudor, mezclándose con violenta erupción, un apocalíptico desdén, la travesura. Los cuerpos no saben, ni lo demás. Saben nuestras neuronas sin saber lo que piensa el monstruo del sur. La terrible nube de Zeus ha tronado y nosotros damos espalda ardiendo en su trono. Nosotros sin pensar en ellos, en los dioses malditos que nos ven con todo el odio, con envidias. Quiero destripar la enorme víbora con lanzas y veneno en la punta. Es gigante y voraz, hambrienta de lo oscuro, del pecado ¡Cómenos entonces! Ya más podridos del vulgar pecado no podemos estar. La mordimos y con colmillos grandes, con sangre en los labios, con labios cortados, escupimos su carne. Y envueltos en llamas, nos quemamos, nos perdimos.

El amolado

Necesito alguno de esos que predican la palabra del Grande. Me urge uno que con sus palabras me estafe, me traicione, me ilusione y me rescate, para ver la luz de mañana, otra vez. Cantares se revuelquen en mí, ser buen aprendiz y que me den gracias por ser tan atento, tan ingenuo, tan feliz. Cuando mis ojos se llenen de ese brillo en contemplación y forme rictus de satisfacción, entonces lléname de luz, persona que me habla así, tan bonito, tan terriblemente embustero y con seguridad matona. Dame ungüento para mis heridas, dame amor, vida mía. Dame la palabra que me toque las entrañas y vea tierna la mañana. Grito desde lejos una presencia así, tan poderosa en el contexto y tangible que al amar no haya pretexto. El café, el pan, el desayuno, hazme que deleite eso y crearme a tu lado el monstruo hombruno. Pero antes lléname de tu falacia y que sea eterna ¿por qué no? Si he de morir que sea cantando, tal vez rabias por dentro se borren y con mentiras se torne tan sublime como una obra de Shakespeare, un momento de Ingmar Bergman, un trazo de Frida o tal vez …un poema.

Pacas

Quiero un kilo de la buena, de la rica piel, de tu cosa deliciosa pues. Quiero sentir la lluvia pegando mi rostro arriba del columpio y el fresco, junto a ti, mi bien. Quiero pacas de besos en pasión, bombón, otras pacas más de tu amor. Yo no quiero pacas del mal kilo, de esa droga que me hace feliz y me deja tranquilo. Yo no quiero escuchar ni leer de toneladas, me harté del diario que cala mi intelecto, que daña mi forma de contemplar, de saber apreciar, ya no quiero informarme al día, estar al día de “verdades”, ya no quiero más asco ni corrupción, quiero sembrar y no talar mi pobre corazón. Hasta la chingada de guachos quemando la mentira con sus fantoches desfiles, hasta la madre de sangre y mentira estoy. Suenan más discursos y suenan más balazos también. Me da risa y miedo. Hasta que sientas el vacío y la estúpida muerte de un ser querido abrirás los ojos, no antes, cuando todavía puedes cambiar “lo incambiable” (discursos de mediocridad y de acomodo). Métete en conchas y duerme en paz, pero ten cuidado, la realidad se acerca, ríe, ríe tu mismo, ríe mucho y con el de tu alrededor, es sano a final… de cuentas. Carraqueame con caricias, mátame con éxtasis, hagamos el amor, un cártel de locos. Y me gusta andar por la sierra y me crié entre los matorrales. Ya, déjame darte el tiro de gracia, para que rías de placer, mi amor.

Buenas noches no

Esta es la última noche de ti, el último suspiro de fuego en el pecho. La última ocasión que la memoria haga traerte y haga extrañarte, que me haga plañir deshecho. De una vez por todas salir del cáliz, donde gota a gota no pude derramar. Por fin tendré la noche mansa y los sueños en blanco, que sean nada excepto el despertar. Sólo sentir calor de un sol benévolo y nada más. Ya no maldecirme por idiota, sin razón alguna o simplemente la de no tenerte jamás. Ya se irán los desfiles tristes, esos que nadie vio y nadie sintió por calles oscuras, gritos disimulados, comparsas grises. Y las lágrimas extrañarán mi almohada, porque ella era el único testigo, porque ahí estaban bien, en la media noche del dolor y del recuerdo, de ti, mi castigo. Que lejos se marcharán mis tristezas y mis congojas. Partirá la tragedia y vendrá tibia melancolía, miel que se antoja. La veo irse ya, le digo adiós a la noche donde eras la dueña total. Adiós, verdugo con senos y linda cara, mi mancha voraz. Mejor así, pues el puñal con veneno se convertirá en flor solitaria que la acaricia la brisa en lejanas aguas. El papel y la tinta ya no probarán lo salado de mis ojos. La amarga y fiel resaca, obsequiada por la cerveza, ya no se reirá conmigo, de otros, pero de mí ya no, cruel despojo. Así es mejor, pues reposará la luna de verme llorar y de arrullarme con celeste brillo, lo único que pudo sedarme frente al recuerdo tierno pero crudo de tus labios coralillos. Correrá la vida por mis venas, y no las púas que corroen sangre negra, de carcomido corazón. 

Que terriblemente triste ser sobrio cada madrugada. Que terriblemente triste es desgarrar esto mil y una lunas, cada velada. Rechazar eternamente de aquellas voces las “buenas noches”.

León nadando

Hoy me he levantado joven y estúpido
por mi ventana entran rayos rútilos
Ayer estaba enojado por actos inhumanos
pero hoy todo se me ha olvidado, no estaba en mis manos

Soy tan jóven y tan real
pero te recuerdo y me siento fatal
Sueño escapar del continente, inconsciente
mi madre se burla, delirios de terrateniente

Piedras, plantas y un cemental
por la carretera gasto un dineral
Ahora pago por mi libertad
antes luchaban antes de pedir piedad

Me siento tan fresco, tan natural
bailando contigo es irreal
se me baja el efecto y no soy igual

He tratado de descifrarte
eres abstracta como obra de arte
arrinconada en mi cabeza
como ratón, en todas partes

Quiero reprochar que me tienes en ascuas
soy un león nadando en tus aguas
sin deprimirte ni promesa falaz
he sobrevivido por instinto animal

He de tocarte hasta sudar
si quieres me sueltas
si quieres me aprietas hasta explotar

Camino a la salida del bar
creyendo ver olas de hermoso mar
siento el pavimento de esta ciudad
deprimido de contemplar la vida habitual

He tratado de descifrarte
eres abstracta como obra de arte
arrinconada en mi cabeza
como ratón, en todas partes

No digas que eres un monstruo

Si eres tú mi nueva tentación
No digas que eres un monstruo
Ni cuenta me daré, sé un mágico error

Mi padre ronca menos que yo
Ahora se viene el cambio
La ebria del baile cayó
Raramente soy un sabio

Mi hermana pasa lo que yo no
El fin arrastra hasta el gran amor
Nos movemos al compás de otra canción
Mi alma dice no, si, no

Las calles extrañarán las risas de niños
Por no verlos reír, por burlarnos de su porvenir
Por mantener siempre la misma programación
Asesinaste su imaginación

Pagaremos algún día
Hoy hay que reír sin ganas de reirnos
Hoy alabemos al oro y algún animal
Hoy lloremos por esa tonta canción

Pagaremos un día pero hoy no
Hoy festejaremos nuestra muerte, nuestra última misión
Hoy brinquemos al cielo rojo, respiramos smog
Brindamos vestidos de luto
Matemos al vagabundo y otro pobre bruto
bailemos, amor, hoy no vales, no vales nada corazón

¡Extra, extra! ¡el diablo existe!

Sólo acuerdate que la mar va y viene
que el sol no se detiene
dados girando eternamente con distinto número

sólo observa que aquél pájaro vuela casi por donde mismo
mas no al mismo tiempo ni al mismo milímetro
que los que nacen son almas inexactas y 
por las calles oscuras alternos moribundos

dale que ya nadie te detiene
dale cuando sea rojo y regresa aunque parezca torpeza

puedes decir ese te quiero a ese o esa
pasará que ya no se te pasará

duerme ahora en el piso
sueña cuando estes despierto 
di gracias interrumpiendo cualquier momento
calla con un beso

dale ese peso a ese vago
dale tus sobras a un necesitado
canta aunque haya millones
sonrie al que dé las noticias de nota roja

sólo recuerda que si hay un diablo
hay un dios y mil de santos entonces
hoy, eres una rosa hermosa

Tiempo de dejar

Tiempo de dejar de chocar conmigo

decidirme a que no me vales un comino

es tiempo ya y dejarme ansiarte

es tiempo, mi flor silvestre

de acariciar pieles celestes

Es hora de mudar mi sangre

de tomar agua de frescas fuentes

de tomar los rayos de otro sol

siempre es tiempo

No me hago el ciego

pero es que nublas todo desde dentro

La toma de nuevos aires

matará el mañana

y es hoy que la flama arde

regalarte mi desdén

cuidar nuestros, y de nadie más,

amaneceres de nuestro terrenal edén

Como el ir y venir del mar

así es nuestra sangre por las venas

cuando nos vemos

cuando no nos vemos

cuando estamos vivos

No me hago el ciego

pero es que nublas todo desde dentro