jueves, 30 de abril de 2009

Pacas

Quiero un kilo de la buena, de la rica piel, de tu cosa deliciosa pues. Quiero sentir la lluvia pegando mi rostro arriba del columpio y el fresco, junto a ti, mi bien. Quiero pacas de besos en pasión, bombón, otras pacas más de tu amor. Yo no quiero pacas del mal kilo, de esa droga que me hace feliz y me deja tranquilo. Yo no quiero escuchar ni leer de toneladas, me harté del diario que cala mi intelecto, que daña mi forma de contemplar, de saber apreciar, ya no quiero informarme al día, estar al día de “verdades”, ya no quiero más asco ni corrupción, quiero sembrar y no talar mi pobre corazón. Hasta la chingada de guachos quemando la mentira con sus fantoches desfiles, hasta la madre de sangre y mentira estoy. Suenan más discursos y suenan más balazos también. Me da risa y miedo. Hasta que sientas el vacío y la estúpida muerte de un ser querido abrirás los ojos, no antes, cuando todavía puedes cambiar “lo incambiable” (discursos de mediocridad y de acomodo). Métete en conchas y duerme en paz, pero ten cuidado, la realidad se acerca, ríe, ríe tu mismo, ríe mucho y con el de tu alrededor, es sano a final… de cuentas. Carraqueame con caricias, mátame con éxtasis, hagamos el amor, un cártel de locos. Y me gusta andar por la sierra y me crié entre los matorrales. Ya, déjame darte el tiro de gracia, para que rías de placer, mi amor.

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