domingo, 13 de abril de 2008

Al soñar húmedo

Marea alta en mar caliente, en mar demente, sin estrellas. Ruido del cielo y se insultan las nubes sin llegar al acuerdo, o soy tonto o cero cuerdo. Nado en llamas, sin respuesta alguna del caos, ni siquiera ecos, nacen llagas. Loco de miedo, enredado en abismos de razón, palpita recio el corazón. Trago aguas saladas pero mis dentros también se consumen. Creo sentir el aroma de tu perfume. Sudor frío al oler vértigo, látigo, contigo. Se alejan olas solitarias, tranquilas, regreso en bestia, cala ya mi pestilencia. El retorno a siluetas de pánico en mirada incrédula, huelo carne fresca, trémula. Anhelos profundos en cuerda floja, frágil como la hoja. A tus ojos negros de esa noche, la más negra. Trepo al barco que no esperaba y a tu auxilio, a tomar tu mano con uñas largas, las más largas. Al crepúsculo del Morfeo macabro ante dientes que me mastican y sombras que platican. Cala horrible tu balazo y tan roto el limbo por tu regazo. Despierto y se me antoja regalarte un abrazo y una rosa, sin espinas. No quiero lo bonito ni lo ortodoxo, dame hasta tus anginas.

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